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Las estafas del kilometraje en el mercado de los coches de segunda mano: ¿qué se puede hacer para evitarlas?

nov. 14, 2016
Mileage fraud in the used car market

Cada año se venden aproximadamente 35 millones de coches usados en Europa, y un número muy significativo de ellos (entre el 30 y el 40% según las diferentes fuentes) tiene el cuentakilómetros trucado. En este artículo descubrirá el porqué y, lo más importante, cómo prevenir el problema.

Se calcula que las estafas del kilometraje cuestan unos 10 000 millones de euros al año a los consumidores europeos. Este fenómeno también afecta a los vendedores profesionales de coches, que a menudo son víctimas de vendedores malintencionados que campan a sus anchas por algunos estados miembros de la Unión Europea. Uno de cada tres coches. Las cifras son abrumadoras y están avaladas por estudios recientes realizados por Carfax y la FIA, la Federación Internacional de Automovilismo.

¿Internet global, estafa global?

A menudo se esgrime el argumento de que internet ha abierto las puertas a la estafa del kilometraje a nivel mundial. Es cierto que la globalización ha modificado en gran medida el panorama del mercado de segunda mano, entre otras cosas porque los vendedores ahora pueden ser anónimos. Pero internet también ha hecho posible que los compradores en potencia estén mejor informados y puedan comparar más coches durante el proceso de búsqueda.

Las palabras se las lleva el viento

Aun así, a un comparador de un coche importado que vive en el extranjero le resulta muy complicado determinar el origen y conocer el historial de mantenimiento de un coche. Esta situación se da en la mayoría de los mercados de coches europeos, ya que no existe un sistema de registro único y accesible a todos los países. La única forma de establecer la veracidad del kilometraje es comprobar el historial de mantenimiento. En Alemania y Francia, en una cuarta parte de los casos, el kilometraje se determina realizando una comprobación visual del cuentakilómetros, aunque lo más habitual es que en primera instancia el comprador tenga que fiarse de la palabra del vendedor.

En cualquier caso, existen formas de combatir las estafas del kilometraje de manera eficaz, y si hay un estado de la Unión Europea que desde 2006 ha hecho suya la causa, ese es Bélgica.

Bélgica, un alumno ejemplar

Pese a que la Comisión Europea aprobó una directiva en 2014 instando a los estados miembros a acabar con las estafas del kilometraje de una vez por todas y a imponer duras penas a los infractores, la mayoría de los estados miembros observan impasiblemente cómo su mercado de ocasión se ve distorsionado por la manipulación sistemática de los cuentakilómetros. Bélgica es la excepción a la regla, puesto que este país ha conseguido diezmar el problema en menos de 10 años. ¿Sorprendente? En realidad, no.

Junto con Alemania y Lituania, Bélgica es un país puntero en la exportación de coches usados fuera de Europa. Se calcula que solo en 2014 zarparon 480 000 vehículos del puerto de Amberes rumbo a África. Con toda probabilidad, 150 000 de estos coches eran belgas (dados de baja en Bélgica) y más de 300 000 provenían del comercio interempresarial (B2B). Es decir, que los empresarios compran coches en el extranjero que posteriormente venden a África a través de Bélgica. Un gran porcentaje de estos vehículos procede de Grecia, Italia y España (como resultado de la crisis económica), de Europa central y del Este (por razones logísticas, los transportistas se llevan los coches viejos cuando van a recoger coches usados) y de estados vecinos como los Países Bajos y Alemania.

Para mejorar la imagen del mercado de ocasión, tan importante a nivel económico, Bélgica introdujo en 2006 el Car-Pass, un documento obligatorio que da fe de la autenticidad del kilometraje de un coche usado a su comprador. El Car-Pass es un documento en papel (impreso en un papel especial, similar a un cheque bancario, para evitar posibles fraudes y falsificaciones) en el que consta el historial completo del kilometraje de un vehículo. Para ello recoge todos los datos de kilometraje facilitados por más de 11 000 empresas y establecimientos, como centros de inspección técnica, talleres y comerciantes de coches.

Desde que se implantó el sistema del Car-Pass, el fenómeno del fraude en el kilometraje ha sido prácticamente erradicado en Bélgica. Antes de 2006, se calcula que se manipulaban alrededor de 60 000 coches al año, mientras que en 2015 solo se detectaron 1197 infracciones, es decir, un 0,16% de todos los certificados Car-Pass emitidos.

¿Vamos hacia un Car-Pass europeo?

En vista de la ingente cantidad de vehículos que se importan y exportan en la Unión Europea, solo se podrá acabar con el fraude del kilometraje si se crea un sistema europeo transfronterizo, y Car-Pass lleva varios años trabajando para hacerlo realidad. En los Países Bajos se adoptó un sistema similar gestionado por la RDW, pero el programa europeo sigue siendo una simple promesa.

La implantación de un sistema de registro europeo de estas características también sería muy beneficioso para los vendedores profesionales, ya que cuando un comprador demuestra que un cuentakilómetros ha sido manipulado, la responsabilidad siempre cae en el vendedor, aunque este lo hubiese adquirido de buena fe. En este caso, el comprador puede solicitar la anulación del acuerdo o reclamar una parte del precio de venta. Además, la implantación de un sistema de registro armonizado y sin fisuras podría dar lugar a un clima de confianza y transparencia que, a su vez, derivase en una competencia más leal y unos niveles de precio más equilibrados y realistas.

Car-Pass y RDW comenzarán a intercambiar sus datos sobre kilometraje antes de que acabe el 2016. Se trata de una iniciativa clave, dado que entre el 15 y el 20% de los coches que se importan de los Países Bajos a Bélgica tienen el cuentakilómetros trucado.

La garantía de OPENLANE

El grueso de los coches que OPENLANE vende a sus clientes proviene de grandes empresas de leasing y alquiler cuyo mantenimiento durante el período que han servido a tal fin ha estado en manos de concesionarios oficiales de las respectivas marcas. Esto significa que se han vendido con un historial de mantenimiento completo que da fe de la autenticidad del kilometraje. En el caso de los coches provenientes de vendedores y propietarios de flotas, existen varias formas de conocer el historial. Si se quiere, se puede solicitar un Car-Pass para verificar el kilometraje, y algunos fabricantes pueden facilitar un historial de mantenimiento.