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Coches eléctricos de segunda mano: aproveche la ocasión (mientras pueda)

abr. 09, 2018

En nuestro blog anterior, comentamos que la mayoría de los fabricantes de automóviles irán aumentando la producción de coches eléctricos en un futuro próximo. Esto implica que el número de vehículos aumentará, pero los precios seguramente seguirán siendo elevados en los próximos años. O tal vez surjan oportunidades en el mercado de segunda mano.

Actualmente, los coches eléctricos representan una parte muy pequeña del mercado de segunda mano. La razón es sencilla. A pesar de que el número de coches eléctricos que llega al mercado europeo crece cada año, el número de unidades adquiridas sigue siendo muy reducido. El pasado año, solo se vendieron unas 100 000 unidades, principalmente en los países con ventajas fiscales, como Noruega y los Países Bajos. Ello significa que el número de vehículos que pasan al mercado de segundo mano es muy reducido.

Por consiguiente, los vehículos eléctricos de segunda mano son muy escasos y según la ley de la oferta y la demanda, deberían ser relativamente caros, ¿no es así? Pues bien, nada más lejos de la realidad. Esto se debe a que un coche eléctrico pierde valor mucho más rápido que un vehículo con motor diésel o gasolina. En las NADAguides estadounidenses un Nissan LEAF de 2015, con 50.000 km, baja de precio desde los 29 000 $ hasta los 10 000 $ en el mercado de segunda mano (una depreciación del 65 %), mientras que un Toyota Corolla de 17 000 $, con el mismo kilometraje, se devalúa un 29 % de media, hasta los 12 000 $. CAP Automotive en el Reino Unido también ha calculado que el valor residual medio de un coche eléctrico de tres años era del 20,5 % en 2016; mucho menos que el 40 %- 50 % que se recibe habitualmente para coches con un motor convencional.


El coste de las baterías

La principal razón por la que los coches eléctricos se devalúan tan rápido es la batería. La capacidad de carga máxima de la batería reduce su vida útil. La rapidez con la que esto ocurre depende del uso que se le da al vehículo. Enchufar y cargar el coche continuamente tiene efectos negativos, mientras que conducirlo hasta que la batería esté casi vacía y después cargarla hasta el 80% es menor perjudicial. En la siguiente tabla se aprecia cómo la capacidad de carga máxima de un modelo S de Tesla se reduce aproximadamente un 10 % al cabo de 200 000 kilómetros.

La capacidad de carga máxima de un modelo Tesla

Lo que frena a los posibles compradores es la vida útil limitada, especialmente cuando es conocido que la duración prevista de las baterías sometidas a un uso intensivo suele ser de ocho años.


Cuanto antes, mejor

Dicho esto, puede que no sea mala idea incluir coches eléctricos en su gama de vehículos. El número de vehículos eléctricos disponibles en OPENLANE está creciendo progresivamente. Cada día se subastan unos 100 coches de este tipo. ¿Cuáles son los más adecuados para incluir en su inventario? Teniendo en cuenta que el europeo medio recorre entre 40 y 80 kilómetros al día, los coches eléctricos con una autonomía NCCE (Nuevo Ciclo de Circulación Europeo) de 200 km o más son perfectos para un uso diario, especialmente cuando se pueden ofertar a los precios competitivos actuales. No obstante, tendrá que decidir rápido, porque se prevé que el valor residual de los coches eléctricos aumente en el futuro.

Cada vez hay menos obstáculos para que los consumidores compren un coche de estas características. Se está trabajando, por ejemplo, en el desarrollo de una infraestructura de carga adecuada y en la producción de una gama de vehículos adaptados a las necesidades del consumidor (como los SUV). Las baterías más grandes también ayudan a reducir la preocupación del conductor por la autonomía de estos vehículos. Todo ello, además de las ventajas fiscales que ofrecen muchos países para este tipo de vehículos, podría aumentar la demanda y los precios de segunda mano. Como profesional, debe decidir cómo organizar su inventario de coches, para poder responder a la futura demanda.