No cabe duda de que el escándalo del Dieselgate ha dejado al grupo Volkswagen bastante maltrecho, pero la era pos-Dieselgate representa también una nueva realidad para el sector del automóvil en general y para el mercado de ocasión en particular. OPENLANE también ha notado un marcado cambio de tendencia en las preferencias de motor entre los consumidores finales, un cambio del que los agentes del mercado de ocasión harían bien en tomar nota. Y es que, como reza el dicho empresarial, una gran crisis es sinónimo de una gran oportunidad.

Volvamos por un momento a 2015: ese año, Volkswagen admite haber manipulado las mediciones de las emisiones de numerosos coches diésel. Para ello, instaló software ilegal que era capaz de detectar los procedimientos de prueba. El escándalo sacudió los cimientos de las principales compañías automovilísticas del mundo, y todo el grupo VW fue blanco de las iras de la opinión pública. Tras el escándalo, otras marcas tanto pertenecientes al grupo Volkswagen como ajenas a él, admitieron que también habían incurrido en prácticas similares. El motor diésel está siendo repudiado por la opinión pública a unos niveles sin precedentes, en un momento en que los motores alternativos gozan de unos niveles de popularidad cada vez mayores. Volkswagen ha entonado el mea culpa y ha emprendido un giro radical: se ha impuesto el objetivo de vender nada menos que un millón de coches eléctricos antes de 2025, una cifra que espera alcanzar gracias al programa de electrificación a gran escala de su gama. Otras marcas siguen el ejemplo de Wolfsburgo e incluso se han comprometido a eliminar los vehículos diésel de su gama. Pero, ¿estamos realmente ante el fin del motor diésel? La respuesta es no.

Oferta y demanda

Hace cinco años, en 2013, en torno al 60,3 % de los vehículos de nueva matriculación en Bélgica, un mercado dominado por los vehículos diésel con una rotundidad aún mayor que en los demás países, eran de autoignición. El Dieselgate sacudió los mercados y el público regresó a los motores de gasolina, en especial en los modelos más pequeños. De las cifras de matriculación de nuevos vehículos en Europa podemos deducir los siguientes datos: en Europa se matricularon hasta un 17 % menos de vehículos durante el primer trimestre de 2018, en comparación con el año anterior. La demanda de automóviles de gasolina, por otro lado, aumentó en un 14 %, lo que hizo subir la cuota de mercado de este tipo de vehículos hasta el 55,5 %. Además, la tradicional diferencia de precios entre la gasolina y el gasóleo a pie de surtidor no ha hecho sino aumentar, y el sistema tributario belga en materia automovilísica se ha vuelto menos favorable para los coches diésel.

Dada la media de edad de la flota europea, las consecuencias se ponen de manifiesto con rapidez: el mercado de ocasión está empezando a experimentar un excedente masivo de vehículos diésel. En especial en los segmentos A y B, es prácticamente imposible vender vehículos diésel, incluso recientes, mientras que la "desintoxicación diésel" se encuentra también en pleno auge en el mercado de los vehículos de ocasión. En definitiva, el aumento del número de vehículos diésel en el mercado es directamente proporcional a la demanda de vehículos de gasolina, y el juego de la oferta y la demanda está haciendo el resto.

¿Cuál es su mejor opción?

>¿Su parque automovilístico sigue manteniendo un porcentaje considerable de automóviles diesel? En tal caso, convenza a su cliente con hechos concretos: los conductores de largos recorridos aún se benefician de las ventajas de los automóviles diésel. Aunque muchas personas han sucumbido al miedo de las cada vez más exigentes normativas sobre emisiones y las restricciones sobre los vehículos diésel que de ellas se derivan, el vehículo de autoignición sigue siendo una opción interesante en términos tanto de uso como de mantenimiento. Compare los gastos fiscales, calcule el número de kilómetros recorridos y prepare una previsión del coste total de explotación del vehículo. ¿Cree que los automóviles diésel presentan demasiados riesgos en este momento? Entonces considere la posibilidad de ampliar su gama con vehículos eléctricos. La demanda sigue creciendo, pero el suministro sigue siendo relativamente limitado, lo que significa que a menudo podrá obtener beneficios sustanciales.

m
Coches ex-leasing

El desequilibrio del mercado se hace obviamente más patente en mercados que en el pasado experimentaron un dominio muy acusado del diésel, como Francia y Bélgica, y donde los gobiernos no han apostado con demasiado convencimiento por los motores alternativos. Esto también significa que dichos mercados gozan de gangas ocultas, en especial desde que hay en circulación un elevado número de coches ex-leasing. Es la ocasión perfecta para adquirir una flota entera de automóviles diésel a buen precio. O, parafraseando al difunto Johan Cruyff: toda desventaja tiene su ventaja.