Blog

Descubra nuestro blog

¿Hasta qué punto el WLTP afectará al mercado de ocasión?

nov. 09, 2018

Desde el 1 de septiembre, todos los coches nuevos matriculados en Europa deben tener la homologación WLTP, un método más realista de medir el consumo de combustible y las emisiones de CO2. Esta nueva fase ha suscitado un gran número de preguntas y cierta preocupación. ¿Cuál es el impacto de esta nueva normativa en las ventas de vehículos de segunda mano?

El WLTP ha tenido y probablemente seguirá teniendo efectos inesperados en el mercado de segunda mano.

Los primeros efectos ya se han empezado a sentir este verano pasado. Para deshacerse de las existencias de coches homologados bajo la antigua norma NEDC, los importadores y distribuidores han llevado a cabo acciones comerciales que han hecho que los amantes de los vehículos de ocasión recurran al mercado de coches nuevos. En agosto, las matriculaciones de automóviles nuevos en Europa aumentaron a un sorprendente 31 %. Un incremento claramente artificial. A medida que se acercaba peligrosamente la fecha, los concesionarios se han visto obligados a matricular ellos mismos los vehículos que no habían vendido, ya que de lo contrario no podrían hacerlo en el futuro. Por este motivo, el mercado de segunda mano se ha visto inundado de miles de coches «kilómetro cero».


Alargar la vida útil de tu vehículo o esperar...

Como bien es sabido, las pruebas de consumo WLTP han tenido un efecto negativo en los valores de CO2. Incluso los valores extrapolados, llamados NEDC 2.0 o NEDC correlacionado, son a menudo superiores. Entre un 10 % y un 15 % de media.

Dado que la mayoría de Estados europeos han introducido impuestos sobre los automóviles según sus emisiones de CO2, el sector del automóvil ha sido bastante cauteloso. Algunos administradores han aprovechado las condiciones favorables este verano para adquirir o matricular inmediatamente sus vehículos. Pero la mayoría ha preferido esperar a que los fabricantes publiquen sus cifras WLTP/NEDC 2.0 antes de hacer sus pedidos. Por tanto, muchas empresas han preferido alargar la vida útil de sus vehículos.

Las que no esperaron a la publicación de los valores antes de realizar sus pedidos se enfrentan a otro problema: Los plazos de espera para recibir sus nuevos vehículos. Esto se debe a que muchos modelos no fueron homologados a tiempo (algunos aún no lo están) debido a una reestructuración de la producción o debido a las largas colas en los laboratorios de homologación. También se debe a que muchos fabricantes han tardado demasiado en ratificar los valores de (algunos de) sus modelos.

En cualquier caso, la consecuencia es la misma: A la espera de realizar el pedido o de la entrega de los vehículos, los modelos ya en circulación prolongan su estancia en las carreteras, con kilometrajes mayores. Estos vehículos llegarán más tarde de lo esperado al mercado de segunda mano, pero probablemente lo hagan todos al mismo tiempo, con previsibles dificultades para ser vendidos rápidamente. Esta situación creará un claro desequilibrio entre la oferta y la demanda de estos vehículos con cuatro o cinco años de antigüedad, y entre 140.000 y 180.000 km. Por tanto, el precio de estos debería aumentar significativamente en Europa. Se tratará entonces de mostrar la agresividad adecuada en el momento de la subasta para asegurarse permanecer en la carrera.


¿Está el futuro´del automóvil ligado al CO2?

Dentro de dos o cuatro años, los primeros coches homologados WLTP entrarán en el mercado de segunda mano. Es difícil predecir exactamente lo que sucederá. Sin embargo, la fiscalidad no cambiará: Seguirá vinculada al CO2.

Hoy en día, la mayoría de los mercados europeos han acordado reducir el impacto fiscal del WLTP aceptando utilizar los valores NEDC 2.0 como base para el cálculo. Una vez más, estos valores ya tienden a ser más altos. Pero, en un plazo de tiempo más o menos corto, dependiendo del país, son los valores WLTP los que se utilizarán para el cálculo fiscal. Lo que, además, tendrá un impacto de cada una de las opciones sobre los valores de CO2.

De este modo, parece lógico que los compradores de vehículos de segunda mano busquen vehículos con una tasa de CO2 lo más baja posible y, por lo tanto, quizás vehículos más antiguos. Porque incluso si los vehículos más modernos son en realidad menos contaminantes que los más antiguos, éstos mostrarán valores de CO2 más altos. Ésta es la realidad del WLTP. Sin embargo, las zonas de bajas emisiones y otras restricciones que proliferan alrededor de las (grandes) ciudades deberían reducir este efecto. Porque, en este caso, a menudo son las normas Euro las que importan.

También puede ocurrir, por el contrario, que el mercado se mueva hacia la segunda mano reciente pero menos equipada... Todavía es un poco pronto para saberlo a ciencia cierta, ya que, con el aplazamiento de las compras, es difícil evaluar con precisión cuál será el comportamiento de compra habitual (especialmente en las flotas) en el mercado de automóviles nuevos.