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¿Son el hidrógeno y el GNC/GPL alternativas válidas a los vehículos eléctricos de batería?

dic. 13, 2021

Artículo de Effective Media. El análisis y las opiniones expresadas en este artículo corresponden únicamente al autor y no a OPENLANE Europa.

Si nos fiamos de la mayoría de políticos y expertos en tendencias, próximamente todos conduciremos un vehículo eléctrico. Pero, ¿seguro que no hay alternativas? Hoy analizaremos tres de ellas: el hidrógeno, el GNC y el GLP.

Toyota Mirai



Hidrógeno


En los vehículos de hidrógeno, el motor eléctrico se alimenta de una batería, que a su vez está conectada con una pila de combustible que pone en contacto el oxígeno y el hidrógeno acumulados bajo el suelo. Esta reacción química, conocida como hidrólisis, produce electricidad, y solo libera agua en forma de vapor del tubo de escape. En otras palabras, se conduce con electricidad autogenerada. Es un vehículo eléctrico con las ventajas de un vehículo de gasolina: siempre se llena de hidrógeno en el surtidor.

No obstante, hay algunas desventajas: En el mercado solo hay dos modelos (Toyota Mirai y Hyundai Nexo), que tienen un precio elevado. Además, el número de estaciones de servicio en Europa es muy limitado. Estamos ante una espiral negativa: los diseñadores apuestan por los BEV porque se compran más. Esto implica que haya menos estaciones de servicio de hidrógeno y la gente compre menos vehículos de hidrógeno, lo que se traduce en que estos últimos no se abaratan y el número de modelos sigue siendo limitado. Renault se ha mostrado partidario de esta tecnología, y BMW y Land Rover están probando un X5 y un Defender que funcionan con hidrógeno, respectivamente.

Actualmente, el precio de coste del hidrógeno también es un problema: alrededor de 10 euros por kg, aunque esto en el futuro cambiará. Según un reciente estudio global realizado por BloombergNEF (BNEF), el hidrógeno limpio podría utilizarse en las próximas décadas para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero procedentes de los combustibles fósiles y la industria en un 34 % como máximo. Y por un precio "factible". No obstante, esto solo será posible si se introduce una política que ayude a desarrollar la tecnología y a reducir los costes.

En otras palabras, el hidrógeno puede ser una gran alternativa, siempre y cuando se pueda producir con métodos ecológicos y que los propios diseñadores vean un beneficio en ello, permitiendo la democratización de la tecnología. Así que, no nos olvidemos de él.


GNC

El GNC (gas natural comprimido) es un combustible alternativo más respetuoso con el medioambiente y más rentable que los combustibles basados en el petróleo crudo. Con los motores de GNC, en comparación con los de gasóleo y gasolina, se ha identificado una reducción de entre el 75 y el 90% de las partículas finas y los óxidos de nitrógeno. El nivel de CO2 también es entre un 7 y un 16% menor, a la vez que el motor emite la mitad de ruido.

Según el 'barómetro' del Observatorium van Bedrijfswagens (observatorio de vehículos comerciales), realizado a 3.300 empresas europeas (2018), el GNC sigue siendo un tipo de combustible con poca aceptación. Solo el GLP y el hidrógeno son (todavía) menos populares que el gas natural. Tan solo el 8 % de las empresas encuestadas utilizan vehículos de GNC en su flota o se plantean integrar el GNC en la misma en los próximos tres años. Además, suelen ser las grandes empresas y las flotas muy grandes las que están más abiertas a su uso.

Sin embargo, en muchos países el GNC pierde su ventaja fiscal, ya que se considera un combustible fósil. En la actualidad, este tipo de vehículos solo puede obtenerse de unos pocos fabricantes de automóviles: el grupo Volkswagen, FCA/Stellantis y SsangYong (que ofrece conversiones en muchos países) son los principales actores. El combustible parece haber perdido un poco de impulso, probablemente debido a los precios más altos del gas natural de los últimos meses. Sin duda, este combustible tenía su valor, y todavía lo tiene en determinadas circunstancias, no obstante, parece que el GNC podría quedar fuera en los próximos años. Además, en este caso también existe el problema de la infraestructura: en Bélgica e Italia, por ejemplo, hay bastantes estaciones, sin embargo en otros países se trata de un combustible poco conocido.


GLP

El gas licuado de petróleo, GLP, llegó antes que el GNC, aunque actualmente es todavía menos popular. Actualmente se pueden conseguir vehículos que funcionan con GLP fabricados por Renault-Dacia, aunque el combustible se conoce sobre todo por su uso en camionetas transformadas, como la Dodge Ram. Para este tipo de vehículos de gasolina, este combustible también es especialmente interesante por su bajo precio.

Desventajas del GLP: no todos los vehículos pueden entrar en aparcamientos subterráneos, los fabricantes anulan la garantía en la conversión y el consumo del GLP es algo mayor que el del GNC. En este caso también se llega a la misma conclusión que con el GNC: en determinadas zonas europeas y para aplicaciones limitadas, el GLP sigue siendo útil, aunque esta tecnología amenaza con pasar a un segundo plano cada vez más en los próximos años.


Distribución de riesgos

El hidrógeno podría llegar a ser una buena alternativa en los próximos años. Algunos mercados ya están interesados en el GNC y el GLP. Lo mejor es contar con una amplia red de apoyo para adquirir estos vehículos, ya que no están disponibles en gran número. Esto significa que un socio como OPENLANE es crucial porque en la plataforma de subastas se ofrecen vehículos de varios países europeos. Entre ellos, aquellos con el tipo de combustible más favorable para su región.